Hoy, el hombre más poderoso del mundo es negro.
Hijo de un inmigrante africano, como willyboy (perdoname si me equivoco) y como tantos otros que hace menos de cincuenta años veian como su color de piel les dejaba fuera de los asientos de los buses, de las universidades y de cualquier trabajo cualificado.
Hoy, muchos negros con callos en las manos de trabajar la tierra de otros, con callos en los codos para ser los médicos de otros, con los sueños en Europa o América, tienen otro espejo en el que mirarse.
Enhorabuena.
Hijo de un inmigrante africano, como willyboy (perdoname si me equivoco) y como tantos otros que hace menos de cincuenta años veian como su color de piel les dejaba fuera de los asientos de los buses, de las universidades y de cualquier trabajo cualificado.
Hoy, muchos negros con callos en las manos de trabajar la tierra de otros, con callos en los codos para ser los médicos de otros, con los sueños en Europa o América, tienen otro espejo en el que mirarse.
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